Evangelio de Tomás: Logion 28

Para comenzar quisiera tomar la primera parte del logion,”Me he mantenido en medio del mundo y me he revelado en la carne”por considerarlo muy importante de manera de poder entender aún más el mensaje. Aquí se destaca claramente los dos aspectos de Cristo, que Roberto Pla describe en su libro, El Hombre Templo de Dios Vivo, extensamente y los  llama el Cristo oculto y el Cristo manifiesto para asi poder entender al Cristo completo.

El Cristo manifestado es aquel que se ha revelado en la materia. Cuando Cristo se manifiesta específicamente en los humanos entonces corresponde a la esencia desconocida, el sí mismo verdadero y puro de cada uno. Este es el Cristo que se reveló en la carne en Jesuscristo específicamente para enseñarnos así a todos su evangelio. Este es el Cristo que todos conocemos por las enseñanzas de Jesús.

 El aspecto oculto corresponde al Cristo que se ha mantenido y se mantendrá siempre, porque es eterno, y que no pasa, que se encuentra en el mundo como una realidad inamovible de ser respecto a todo como la esencia. 

Teniendo este entendimiento entonces el mensaje de este logion va dirigido a los seres humanos entregados al mundo gobernado por nuestros sentidos y dictado por nuestro ego  llegando  a un total grado de embriaguez por esta razón. De esta manera es imposible de reconocer la existencia de nuestra esencia en nuestro interior. Aquí específicamente habla de nuestro centro, nuestro corazón. Para poder logar reconocer este centro se necesita trabajo para poder alimentar nuestro espíritu y crecer. Para poder lograr esto en el logion habla de expulsar el vino que ha sido la causa de embriaguez durante nuestra vida y la necesidad de extraerlo para poder convertirnos, queriendo decir con esto el  tener que extraer de nuestra psique todos la ataduras y divisiones que hemos creado a lo largo de nuestras vidas para poder tener contacto con nuestra luz interior, con nuestra esencia.