Oración Centrante: Meditación Que Nos Abre Nuevos Niveles De Percepción

Se presenta los conceptos de oración catafática y apofática para entender el proceso de formación de un nuevo sentido de percepción que se desarrolla con la práctica de la Oración Centrante. Se explica que la Oración Centrante forma parte de la categoría de oración apófatica donde se pasa por alto las facultades mentales tales como la capacidad de razonamiento, imaginación, visualización, emoción y memoria.
También se comenzó a hablar sobre los tipos de pensamientos que pasan por nuestra mente durante el periodo de meditacón para estar más informados de ellos y así reconocerlos con mayor facilidad y poder aprender más fácilmente a no involucrarnos con ellos y dejarlos pasar. Se deja claro que lo más importante en este tipo de meditación es la de nuestra intención de entrega y abandono a las manos de Dios dentro de nosotros.
El Padre Tom Francis, un monje trapense contemporáneo y maestro de Oracion Centrante describe cómo la definición clásica de apofático como "oración más allá de las facultades":
 "La Oración Centrante insiste en que el que ora desea encontrarse con Dios tal como Dios es, directamente, inmediatamente, es decir, no mediado por ningún pensamiento, oración, reflexión o lectura. Y entonces los ojos están cerrados, el orador  apaga por completo todas las operaciones de la conciencia normal, no permitiendo ninguna idea, pensamiento o imagen. Así, las facultades normales del intelecto, la imaginación, la memoria y la voluntad están cerrados, inoperantes, y la persona va a su centro, a su espíritu, a su Yo profundo y verdadero, a su personalidad, donde está hecha para la imagen de Dios, espíritu a Espíritu, en una unión sin palabras, comunión, el amante con el Amado (Dios Trino) más allá de todas las mediaciones. . . . Podría llamarse mejor conciencia trascendente porque es el estado de estar en contacto directo con el Dios que habita en el interior. Por supuesto, Jesús, el Hijo de Dios encarnado, es el único mediador de este encuentro, pero uno debe dejar de lado todas las demás mediaciones. Jesús hace su trabajo sin que el meditador lo llame o le hable. ¡Que Jesús haga lo suyo y el orador haga lo suyo, es decir, receptividad total!"

Referencia: Cynthia Bourgeault, Centering Prayer and Inner Awakening. Cowley Publications, 2004

Silencio Intencional Para Acceder a la Morada y Fuente Divina Interior

Estar en silencio en los brazos de Dios, en donde uno siente una presencia que está cerca de uno y uno siente una confianza total en El, se nos ha hecho muy difícil e inaccesible con el transcurso del nuestro desarrollo natural como seres humanos. La Oracion Centrante es un método de silencio intencional que nos ayuda a fomentar el silencio exterior y aprendemos a cultivar el silencio interior que nos permite adentrarnos a nuevos niveles de conciencia. Con la práctica y dedicación de esta método de meditación cristiana nos permitirá acceder a lo que llamamos Presencia o sea a nuestra Morada y Fuente Divina.

La práctica de la Oración Centrante prepara nuestras facultades interiores para percibir la vida que hay en nuestro interior donde Dios habita y actúa en nuestro ser en el centro de nosotros mismos. Esta es la Morada y Fuente Divina y que llamamos simplemente Presencia.

Thomas Merton describió esta experiencia asi:

En el centro de nuestro ser hay un punto de nada que no ha sido tocado por el pecado y la ilusión, un punto de pura verdad, un punto o chispa que pertenece enteramente a Dios, que nunca está a nuestra disposición, desde la cual Dios dispone de nuestra vida, que es inaccesible a las fantasías de nuestra propia mente o las brutalidades de nuestra propia voluntad. Este pequeño punto de nada y de  absoluta pobreza es la pura gloria de Dios escrito en nosotros, como nuestra pobreza, como nuestra indigencia, como nuestra relación de hijos. Es como un diamante puro que arde con luz invisible  del cielo. Está en todos, y si pudiéramos verlo, veríamos estos miles de millones de puntos de luz juntándose en la cara  y el resplandor de un sol que haría desaparecer por completo toda la oscuridad y la crueldad de la vida. No tengo ningún programa para este ver. Está solo dado. Sin embargo, la puerta del cielo está en todas partes. *
*Thomas Merton, A Merton Reader, ed Thomas P. McDonnell ( New York: Image Books, 1989),p 347
Referencia: Cynthia Bourgeault, Centering Prayer and Inner Awakening. Cowley Publications, 2004
















































Introducción a la Oración Centrante

De manera de ayudar a entender en forma sencilla este método de meditación cristiana, he preparado un archivo de voz con el material.

El aprendizaje del método de la Oración Centrante lo realicé a través de la organización Contemplative Outreach Ltd., la cual fue fundada por el padre Thomas Keating en 1983 con el propósito de renovar la dimensión contemplativa del Evangelio, y de promover su diseminación en la vida diaria de los hombres. La misión de esta organización es compartir el método de la Oración Centrante y dar soporte al trasfondo conceptual. Comencé a involucrarme con la organización alrededor del 2006 como voluntaria en la zona del Noreste de Ohio y he podido liderizar diferentes grupos de oración, entrenarme en liderazgo de grupos y como presentadora del método de la Oración Centrante, organizar eventos y formar parte del liderazgo de la organización. 

De manera de adentrarnos a esta presentación, la primera pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿Qué es  orar?  Podemos pensar que es la expresión de nuestros pensamientos y emociones tal como lo hacemos con las oraciones  vocales, de reflexión, de respuestas o simplemente oraciones espontáneas. Sin embargo, cuando decimos ”vamos a orar”, lo que realmente estamos diciendo es “déjanos tener una relación con Dios” o mejor dicho “déjanos abrirnos a una relación más profunda con Dios”. En la tradición cristiana existe este tipo de oración que nos permite cultivar la relación con Dios a niveles más profundos,  a niveles que podemos llamar de intimidad y es lo que es llamado oración Contemplativa. Es la apertura de nuestra mente, corazón y de todo nuestro ser a la Presencia Divina, más allá de los pensamientos, palabras y emociones. Abrimos nuestra conciencia a Dios que está dentro de nosotros, más cercano que nuestra respiración, nuestros pensamientos o nuestra conciencia misma. Es simplemente descansar en la Presencia de Dios.

Cómo todas la oraciones cristianas, la Oración Contemplativa está arraigada en la palabra de Dios en las escrituras y en la persona de Jesús. Su fuente es la morada Divina en nosotros (Padre, Hijo, y Espiritu Santo). El amor incondicional de Dios es el que toma la iniciativa en la relación con nosotros y al mismo tiempo nuestro deseo por Dios es también un regalo dado a nosotros. (1 Juan 4:19).

La Oración Centrante está diseñada para facilitar el desarrollo de la Oración Contemplativa. No sustituye los otros métodos de oración, tales como las oraciones vocales, oraciones de reflexión, u oraciones espontáneas y  está basada en la enseñanza de Jesús en el Sermón de la montaña:

… “cuando vayas a orar, entra en tu cuarto/aposento interior y reza a tu Padre en secreto y tu Padre que vé todo te recompensará.” (Mt.6:6). Este cuarto interior siempre está accesible porque está dentro de nosotros.

La Oración Centrante también ha recibido inspiración de textos escritos por varios importantes contribuyentes de la Tradición Contemplativa Cristiana, tales como Juan Casiano, el autor anónimo de “La Nube del No Saber,” Francisco de Sales, Teresa de Avila, Juan de la Cruz, Teresita de Lisieux, y Thomas Merton.

El método de la Oración Centrante desarrolla nuestras facultades internas para prepararnos y así poder experimentar la Presencia de Dios en nosotros mismos. El método cultiva la profundidad de nuestra  relación con Dios y si consentimos a ésto, se desarrolla el sentir de pertenecer a Dios. Esto lo experimentaremos cómo la presencia de Dios en forma continua, la experiencia de unidad con Dios, la experiencia de comunión con Dios.

Cosas que debemos saber de la Oración Centrante.

Cómo todos los métodos de meditación que conocemos en forma genérica, la Oración Centrante tiene  la misma intención y es de parar el proceso constante de pensamientos en nuestras mentes o sea el tener pensamientos uno detrás de otro.

El funcionamiento de nuestra mente es el de tener un pensamiento tras de otro en forma continua y lo que se busca durante la meditación es hacer un espacio entre ellos. Cuando hacemos espacio entre los pensamientos entramos a tener una vacación con uno mismo. El padre Thomas Keating hablaba así cuando enseñaba el método de la Oración Centrante. Cuando comienza este proceso, comienza el período de conocimiento de uno mismo a niveles más profundos y nos llegamos a dar cuenta de nuestra raíz en Dios o de nuestro ser.

La mayoría de métodos de meditación consisten en enfocar la mente en algo, seguir la respiración o decir un mantra en forma constante. La Oración Centrante no trabaja así. Ella presupone que la mente va a estar con la presencia constante de pensamientos, uno tras del otro, porque esto es lo que hace la mente. 

La Oración Centrante,  a enseñará como soltar los pensamientos. Un pensamiento en la Oración Centrante, es cualquier cosa que te hace llevar tu atención a un punto focal. Por ejemplo una idea, una emoción que te produce un efecto fuerte, el recuerdo de una memoria, o también pudiera ser el sonido de una mosca, o una picazón en la nariz.

El gesto de soltar los pensamientos  y dejar espacio entre ellos es el darle a Dios la oportunidad de actuar dentro de nosotros. Lo que estamos haciendo es consintiendo a la presencia y acción de Dios. Y en este momento queriéndolo o no estamos recibiendo ayuda, solidaridad y soporte de terrenos fuera de uno mismo. Esto es llamado recibir una gracia y asistencia especial.

La Oración Centrante no se hace con atención sino con intenciónEsto es muy importante porque no llevamos nuestra atención a un punto focal. La intención es lo que sostiene la practica de la Oración Centrante porque nuestra atención no tiene punto focal. 

¿Cúal es nuestra intención en la Oración Centrante? Estar totalmente disponible a la Presencia Divina, en el presente, a Dios. Cualquier lenguaje que quieran usar porque ustedes saben empíricamente que en nuestro corazón hay una dimensión más profunda de vida, el problema es que uno está constantemente pensando, reaccionando y respondiendo. Verdaderamente lo que queremos hacer es estar disponible. Necesitamos es poner toda nuestra intención de estar disponible a esta corriente de Presencia.

Cuando te sientas y empiezas tu período de meditación lo primero que uno hace es poner nuestra intención y estar disponible a la presencia de Dios.

Lo que nos puede pasar es que no hayan pasado 3 minutos y  comencemos a pensar que se nos olvidó apagar el teléfono o que se nos quedaron las llaves del carro pegadas. En estas situaciones no hay que preocuparse. Uno se da cuenta del pensamiento y no se engancha, no continuamos con la conversación interna; simplemente dejamos ir el pensamiento. También puede ocurrir que comencemos a soñar despiertos. Va a llegar el momento que nos damos cuenta y al suceder esto uno suelta el pensamiento sin juzgar, sin excitación, sin recriminación a uno mismo. Lo que hacemos es dejar pasar el pensamiento y nada más. Este gesto simboliza que uno está consciente de la presencia de Dios en nosotros. Este es el mecanismo básico de la Oración Centrante. 

De manera de recordar de nuestra intención, la gran mayoría de personas usan una palabra sagrada. Es una palabra de una o dos sílabas que uno escoge como símbolo para uno mismo para recordarse cuál es la intención durante la meditación. Puede ser Dios, Amor, Quietud …Uno no repite esta palabra en forma constante.

Uno usa esta palabra cómo una señal para uno mismo para recordarnos. Con el tiempo el uso de esta palabra formará parte de tu inconsciente. Desde allí esta palabra sale para ayudarlo a uno y recordamos que estamos pensando y que debemos soltar los pensamientos.

Se debe uno sentar en un cojín de meditación o en una silla con los pies tocando el suelo. Los ojos están típicamente cerrados. Ayuda mucho tomar un tiempo antes de la meditación para recogerse físicamente de manera de encontrarse relajado y luego poner en forma clara cuál es nuestra intención, que es estar en la presencia y acción de Dios. Por ejemplo, “Yo estoy aquí y me doy a tu brazos Señor”,  y uno comienza la meditación por un mínimo de 20 minutos. Para controlar el tiempo puede usar algún reloj con alarma pero  con sonido muy sutil. Después de pasar este momento, uno debe de permanecer en silencio unos minutos  de manera de dar tiempo a volver a nuestra consciencia habitual.

Se recomienda la práctica de meditación 2 veces al día.

Guía o pautas de la Oración Centrante:

1.    Escoger una palabra sagrada como símbolo de la intención de consentir a la presencia y la acción de Dios en tu interior.

2.    Sentarse cómodamente y con los ojos cerrados, sosiéguese brevemente e introduce silenciosamente la palabra sagrada como símbolo de su consentimiento a la presencia y la acción de Dios en tu interior.

3.    Cuando se de cuenta que estás reteniendo un pensamiento,* regresa muy suavemente a la palabra sagrada.

4.    Al final del período de oración, permanecer en silencio, con los ojos cerrados, por un par de minutos. 

*El término “pensamientos” incluye sensaciones corporales, sentimientos, imágenes y reflexiones.

Primer periodo de la Oración Centrante.

  1. Pedimos a Dios que nos ilumine para escoger una palabra sagrada que usaremos durante la meditación. Esta palabra debe de ser de una o dos sílabas. Cuando digo sagrada no es que una palabra sea mas sagrada que otra. Este término se usa para describirla como un símbolo de nuestra intención. Palabras que podríamos usar por ejemplo: Padre, Madre, amor Paz, Silencio, …. Hay que recordar que esta palabra la tenemos que usar durante todo el período de tiempo y luego al practicar la meditación en forma diaria esta palabra formara parte de nosotros.
  2. Leer las pautas

Guía o pautas de la Oración Centrante:

1.    Escoje una palabra sagrada como símbolo de tu intención de consentir a la presencia y la acción de Dios en tu interior.

2.    Sientate cómodamente y con los ojos cerrados, sosiéguate brevemente e introduce silenciosamente la palabra sagrada como símbolo de tu consentimiento a la presencia y la acción de Dios en tu interior.

3.    Cuando se te des cuenta que estás reteniendo un pensamiento,* regresea muy suavemente a la palabra sagrada.

4.    Al final del período de oración, permanece en silencio, con los ojos cerrados, por un par de minutos.

Lectio Divina December 20th, 2022

“God’s greatest works take place without our doing anything spectacular. They are almost side-effects of doing the ordinary things we are supposed to do. If you are transformed, everybody in your life will be changed too. …
 
“The essential thing, if one wishes to spread the Gospel, is the transformation of one’s own consciousness. If that happens, and in the degree that it happens, one’s ordinary actions become effective in communicating the Mystery of Christ to whomever comes into one’s life.”
– Thomas Keating, The Mystery of Christ
 
To Practice : Reread these passages aloud in the manner of Lectio Divina to hear and feel them with more of your senses.  What do you hear for your journey now?

“Las obras más grandes de Dios tienen lugar sin que nosotros hagamos nada espectacular. Son casi efectos secundarios de hacer las cosas ordinarias que se supone que debemos hacer. Si te transformas, todos en tu vida también cambiarán. …

“Lo esencial, si se quiere difundir el Evangelio, es la transformación de la propia conciencia. Si eso sucede, y en la medida en que sucede, las acciones ordinarias de uno se vuelven efectivas para comunicar el Misterio de Cristo a quien entra en nuestra vida”.

– Thomas Keating, El Misterio de Cristo

Practicar:
Vuelva a leer estos pasajes en voz alta a la manera de la Lectio Divina para escucharlos y sentirlos con más de sus sentidos. ¿Qué escuchas ahora para tu viaje?

Gratitude – Thankfulness

.

Our life is not ours; however, in the course of life itself, people know that their life has been given to them as a sacred trust. They live in gratitude and trust, and try to let the flow continue through them.

The simple act of practicing gratitude interrupts negative thoughts and changes our mindset to see the world in a positive way.

We should be grateful not only in good times, but also in bad times; be grateful not only in abundance, but also in need; keep gratitude not only in laughter, but also through tears and pain.

This capacity for grateful perspective is a muscle that needs to be built and used, and it is something that we must nurture and care for on a daily basis.

Have a beautiful weekend.

Gratitud – Agradecimiento

Nuestra vida no es nuestra; sin embargo, con el correr de la vida misma, las personas saben que su vida les ha sido dada como un encargo sagrado. Viven en gratitud y confianza, y tratan de dejar que el flujo continúe a través de ellos. 

El simple acto de practicar la gratitud interrumpe los pensamientos negativos y cambia nuestra mentalidad para ver el mundo de una manera positiva.

Debemos estar agradecidos no solo en los buenos tiempos, sino también en los malos tiempos; ser agradecido no solo en la abundancia, sino también en la necesidad; mantener el agradecimiento no solo en la risa, sino también a través de las lágrimas y el dolor. 

Esta capacidad de perspectiva agradecida es un músculo que se necesita construir y usar, y es algo que debemos nutrir y cuidar a diario. 

Two Kinds of Level of Knowing

During the study of the Gospel of Thomas we are exposed to 2 levels of knowing:

  1. The visible level of words and concepts. This is the consciousness formed by reading, encounters, and thoughts of others.
  2. A deeper level of knowing is revealed by the inner work of meditation. Consciousness that arises directly from self-knowledge, of the “Living One” within us.

This is the consciousness that Jesus invites us in the Gospel of Thomas; not to become better Christians but to become Christs – awakened human beings. This deeper knowing is called pure consciousness. To be more precisely, the pure energy of consciousness. This energy exists in many levels, and it can be allowed to descend into our body, heart, and mind. Through its own active force make us awakened and fully human being.

Reading the Gospel of Thomas in a way to allow the words into the mind and heart of our humanity, will lead us into a voyage of transformation toward a full realization of our being. It is the mentally clear and emotionally calm state that is achieved in our “Silence”. From this ground rather than from mental agitation that the words of the Gospel of Thomas can bear the fruit of light.

From the Gospel of Thomas by Jean-Yves Leloup (2005)

Material used during our first meeting to study the Gospel of Thomas,

The Mind of Christ

This week I have being presented with the concept of the apostle Paul as one of the most misunderstood teacher, and mystic. Having the sample of Paul, I encounter a direct message that talked to my heart at this moment in which I am interested in the process of how the non-dual mind mind is formed by prayer and embodiment practices. A beautiful summary has been presented during this week and I would like to have it near to remind me that all human being have access to the Divine Flow , that is always happening and everyone can plug in.

The Mind of Christ – Practice

We encourage you to create some space this week for intentional silence and stillness, using Father Richard’s description of contemplation and “the mind of Christ” as an entry into prayer:

In contemplative practice, we refuse to identify with any one side, while still maintaining our intelligence. We hold the creative tension of every seeming conflict and go beyond words to pure, open-ended experience, which has the potential to unify many seeming contradictions. We cannot know God the way we know anything else; we only know God subject to subject, by a process of mirroring. This is the “mind of Christ” (see 1 Corinthians 2:16). It really is a different way of knowing, and you can tell it by its gratuity, its open-endedness, its compassion, and by the way it is so creative and energizing in those who allow it.

Truly great thinkers and cultural creatives take for granted that they have access to a different and larger mind. They recognize that a Divine Flow is already happening and that everyone can plug into it. In all cases, it is a participative kind of knowing, a being known through and not an autonomous knowing. The most common and traditional word for this change of consciousness was historically “prayer,” but we trivialized that precious word by making it functional, transactional, and supposedly about problem solving. The only problem that prayer solves is us!

Material from Daily Meditations_Center of Action and Contemplation Week Mark 20 – March 25 2022

Learning to Letting Go with Centering Prayer

Learning to Let Go

Centering Prayer is a devotional practice, placing ourselves in God’s presence and quieting our minds and hearts, but as Cynthia Bourgeault explains, it doesn’t only work on that level. What the desert abbas and ammas, the author of the Cloud of Unknowing, and even Thomas Keating could not have known when he formally started teaching the practice five decades ago, was that it works on a physiological level as well, strengthening neural pathways, and making “letting go” that much easier. When it comes to releasing our strong preferences, especially our desire for power and control, it seems safe to say that some practice of kenosis is necessary for any movement forward. 

The theological basis for Centering Prayer lies in the principle of kenosis, Jesus’s self-emptying love that forms the core of his own self-understanding and life practice. . . .

The gospels themselves make clear that [Jesus] is specifically inviting us to this journey and modeling how to do it. Once you see this, it’s the touchstone throughout all his teaching: Let go! Don’t cling! Don’t hoard! Don’t assert your importance! Don’t fret. “Do not be afraid, little flock, it is your Father’s good pleasure to give you the kingdom!” (Luke 12:32). And it’s this same core gesture we practice in Centering Prayer: thought by thought by thought. You could really summarize Centering Prayer as kenosis in meditation form. . . .

Fascinating confirmation that kenosis is indeed an evolutionary human pathway is emerging from—of all places—recent discoveries in neuroscience. From fMRI data collected primarily by the California-based HeartMath Institute, you can now verify chapter and verse that how you respond to a stimulus in the outer world determines which neural pathways will be activated in your brain, and between your brain and your heart. If you respond with any form of initial negativity (which translates physiologically as constriction)—freezing, bracing, clinging, clenching, and so on—the pathway illumined leads to your amygdala (or “reptilian brain,” as it’s familiarly known) . . . which controls a repertory of highly energized fight-or-flight responses. If you can relax into a stimulus—opening, softening, yielding, releasing—the neural pathway leads through the more evolutionarily advanced parts of your forebrain and, surprisingly, brings brain and heart rhythms into entrainment. . . .

Every time we manage to let go of a thought in Centering Prayer, “consenting to the presence and action of God within,” the gesture is actually physically embodied. It’s not just an attitude; something actually “drops and releases” in the solar plexus region of your body, a subtle but distinct form of interior relaxation. . . . And in time, this gentle and persistent “inner aerobics,” undertaken under the specific banner of Centering Prayer and in solidarity with Jesus’s own kenotic path, will gradually establish that “mind of Christ” within you as your own authentic self.

We invite you to spend some time today practicing “letting go” through Centering Prayer or another practice of kenosis.

Cynthia Bourgeault, The Heart of Centering Prayer: Nondual Christianity in Theory and Practice (Shambhala: 2016), 33, 34, 35–36.

Richard Rohr’s Daily Meditation.

Good and Bad Power

August 8 – August 13, 2021

Differences Between Contemplation and Meditation

Differences between Contemplation and Meditation.

Contemplation in it, has a wonderful dimension, a prayer meaning, that you are called from the other side. You are not the active agent. You are dancing with an invisible partner, but you are not dancing solo and you are not doing it.

Contemplation on the traditional way in the orthodox branch of Christianity it is being absorbed more and more deeply.  An sample or an image, when you worship with an icon and you are looking at the eye balls of Jesus and all of the sudden you have the feeling distinct that Jesus is looking at you, and then you and the icon disappears, and then you drop at some kind of portal at the cave of your heart.

Contemplation is a relational event that drops you finally into that deeper level of being absorbed in something that your mind cannot comprehend and get in top by itself.

Your practice cannot get on top, but you are met and that is the shade of difference.

Oneness, Session 3: The Secret Embrace – Thomas Keating’s Poetry, with Cynthia Bourgeault

1:08:34. To 1:10:30